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Sillpancheria de Doña Cecilia

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Tres hurras por la silpanchería de doña Cecilia PDF Imprimir E-mail
Escrito por Marcelo Paredes
La medalla de la ciudad entregada a Doña CeciliaLa medalla de la ciudad entregada a Doña Cecilia

 

 

 

 

 

 

 

 

El departamento de Cochabamba (Bolivia pura) tiene un plato estrella que bien pronto saltó al resto del país. De hecho, a día de hoy su tirón es incuestionable y se ha convertido en una auténtica representación de la gastronomía boliviana. Me refiero al silpancho. Se trata de una receta con una curiosa historia: fue doña Celia la Fuente Peredo la que innovó hace unos 60 años partiendo como base de una comida popular. Su aportación fue añadirle huevo y arroz. A esta dama le debemos muchos y buenos atracones…

Desde entonces todo se extendió y hoy en día las calles de Cochabamba hay muchísimos lugares exclusivos para esta insignia culinaria. Por suerte, la sillpanchería de doña Cecilia sigue funcionando en la calle Lanza esquina calle Ecuador, aunque regentada por su hija. Obvio.

Ingredientes: seis filetes de carne de res, una taza de pan rallado, dos cebollas picadas muy finas, medio tomate picado a cuadraditos, tres locotos pequeños muy picados, aceite, sal, pimienta, arroz hervido, papas y un huevo.

Condimentamos los filetes con sal y pimienta, luego los golpeamos bastante sobre el pan rallados,  para que queden muy delgados. Luego en una sartén con una fina capa de aceite caliente los freímos una vez que lo hemos empanado.

Por otro lado sazonamos la cebolla, el locoto y el tomate con el aceite y con la sal. Se sirve cada silpancho sobre arroz y papas doradas en rodajas. Encima lo cubrimos con un huevo frito y lo decoramos alrededor del huevo con la ensalada de cebolla, locoto y tomate.

 

Marcelo Paredes

 


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Alasitas 2015 en honor al Ekeko

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La Fiesta de las Alasitas se festeja principalmente en la ciudad de La Paz, constituye la más importante muestra artesanal de la ciudad, son dos semanas y media de miniaturas, juegos de azar, comidas y tradición. se realiza el 24 de enero, al inicio del solsticio de verano y se prolonga oficialmente hasta el 4 de febrero, aunque generalmente permanece hasta fines de ese mes.

Sebastián Segurola, gobernador e intendente de La Paz dispuso el año 1781 que se realice este festejo en homenaje a quien salvó a la ciudad del asedio indígena, y así fue ordenada la fiesta del mercado de miniatura, costumbre que los indígenas traían desde de los antiguos collas. En el Cerro Santa Bárbara conocido antes como el Cerro del Calvario es donde ahora se realiza feria de Alasitas, allí los brujos aymaras, detentaban el negocio de la venta de medicinas, hechizos, sahumerios y se mezclaban cultos religiosos y superstición, allí se simulaba la compra de terrenos donde los nuevos propietarios construían sus casitas con piedritas, se celebraban matrimonios, se adquirían diferentes artículos y esta práctica era motivo de la Ch’alla con cerveza y licores, celebrando el acontecimiento y pidiendo la protección de la Pachamama.

Alasitas, feria de miniaturas

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La Alasita, voz aymara que significa comprame, no es exclusiva de Santa Bárbara, durante muchos años la zona de la plaza de San Pedro la albergó,y todo el barrio se convertía en feria de Alasitas. La plaza de Churubamba y la avenida Montes también la cobijaron, hasta que, por el crecimiento de la ciudad y de su parque automotor se decidió reponerla a la zona Santa Bárbara. El campo utilizado para este propósito se extiende en todo lo que era el zoológico de La Paz, sigue por las calles que lo circundan, la avenida del Ejército, la calle Roosevelt y toma por algunos días la plaza Alfredo Domínguez, en el atrio del Teatro al Aire Libre y el Parque del Scout. La feria de Alasitas se celebra en honor al Ekeko, un ídolo familiar aymara que simboliza la fecundidad, la alegría, la abundancia y la prosperidad. Se trata de un personaje rechoncho y sonriente que se va cargado de una variedad de productos en miniatura, de primera necesidad y también otros, que simbolizan lo que cada persona ansía obtener como casas, vehículos, dinero, etc. El motivo original religioso, fue transformándose en una devoción profundamente arraigada hacia el antiguo Dios de la Abundancia, el Ekeko. Por un momento, las personas dejan de lado sus actividades y preocupaciones cotidianas y salen a las calles para comprar las representaciones de sus sueños y luego ofrendan sus nuevas pertenencias a este dios de la abundancia y a los santos. Durante esta celebración el tiempo parece detenerse, aunque paradójicamente la ciudad está más conmocionada que de costumbre. Es natural, el dios de la abundancia está llegando como cada año y trae una carga de fortuna para los que creen en él. La fe es tal y las necesidades tantas, que el campo ferial ya no es el único lugar de reunión para quienes salen de sus casas y oficinas llevando aquellas miniaturas que representan sus máximas aspiraciones materiales.

 

Alasitas tradición extendida al mundo

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Alasitas y el Ekeko

“Alasitas” de la palabra en aymara Alasiña que significa Comprar para sí. Es la celebración al Ekeko, el dios de la abundancia a quien se le obsequia miniaturas, para convertir los sueños en realidad, por ejemplo: los billetes para que no falte dinero, la maleta para ir de viaje, un coche para tener uno, las canastas llenas de conservas para que no falte alimentos durante todo el año, un saco de granos de cereales para la buena cosecha, una pequeña tienda para que prospere el negocio que se tiene, una negrita o un negrito de yeso para tener una pareja. Según la tradición todas las personas acuden, justo al medio día del 24 de Enero, a la compra de las miniaturas que deben ser cha’lladas por el Yatiri con incienso, alcohol, vino y posteriormente bendecidos en una iglesia católica, pues así éstos se harán realidad durante el presente año. La costumbre también dice que el Ekeko tiene que ser atendido todos los martes y viernes poniendo en su boca un cigarrillo encendido y nada le faltará a la familia. Se dice que para tener un mayor efecto, es necesario que el Ekeko sea un regalo de amigos o familiares que desean la prosperidad. Esta manifestación, convertida en la “Feria de Alasitas” tuvo su inicio en la actual Plaza Murillo, luego se extendió al Paseo del Prado que se conocía como la Alameda. Posteriormente a la Plaza de San Pedro, la Av. Montes, la antigua Aduana, la Av. Tejada Sorzano y ahora, tiene su asiento en el ex parque zoológico o Parque Urbano Central. Los residentes de Bolivia en el mundo, han difundido esta tradición en distintas regiones, sobre todo, en el Norte Argentino y en el Sur del Perú, y no es extraño ver en varios países de Europa, Norte y Centro América, manifestaciones de esta tradición milenaria, expresión de fe para conseguir prosperidad y bien estar de las familias que provienen de la región de los Andes Tropicales.

El origen de las Alasitas se sostiene en mitos y leyendas

Las investigaciones del sociólogo especialista en patrimonio cultural, David Mendoza, muestran que la celebración de las Alasitas y su relación con el Ekeko no han dejado evidencias escritas acerca de su origen. Sus antecedentes más conocidos están sostenidos en mitos y leyendas. Esta festividad de la miniatura se celebra en la ciudad de La Paz al mediodía de cada 24 de enero, y en diferentes fechas en el resto del país. Los autores más conocidos que escribieron sobre esta festividad fueron Antonio Paredes Candia, Rigoberto Paredes, Antonio Díaz Villamil, Carlos Ponce Sanjinés, Ernesto Cavour y Arthur Posnasky, cuyas obras están envueltas en leyendas y mitos sobre la feria y el personaje en miniatura. Mendoza elaboró un expediente sobre esta festividad, pero no detectó una evidencia histórica en los archivos del país sobre la tradición, aunque sí memorias orales que atestiguan la celebración. Una de las causas por las que no existiría documentación, según el investiador, habría sido “la colonización española que no permitió desarrollar ciertos sistemas de creencias; entonces la historia ha sido proscrita, atacada, por eso no se tiene bien definido (la fecha, la localidad de las Alasitas) qué es el Ekeko, porque hay muchas interpretaciones”. alasitas 3

Alasitas: La bendición de los Yatiris.

Para comenzar, el nombre de Alasitas tiene diferentes significados, en aymara el más conocido es el reflexivo “cómprame”. “Trata de la compra de las illas, ispallas (amuletos, imágenes), miniaturas con el atributo de volverse reales, en medio de un ritual celebrado por el yatiri (adivinador) a las 12.00. Antiguamente, indígenas de comunidades venían a la feria a comprar illas, ispallas, animales y semillas, y duraba un día hasta dos, pero hoy dura como 15 días”. Las versiones sobre el origen geográfico de la festividad son diversas, pero coinciden en que sucede en la región andina de Bolivia. Unos autores dicen que es en Tiawuanaku (antes Kollasuyo), en los pueblos kallawayas (enclave quechua) y otros en Chuquiago Marka (ciudad de La Paz), todos en el departamento de La Paz. Sobre Chuquiago Marka, una versión dice que estaba formada por comunidades y ayllus, y la Alasitas habría nacido en la actual zona de Santa Bárbara, antes ayllu Uturuncu. Posteriormente la exposición recorrió por la plaza Murillo, la plaza San Francisco, el paseo El Prado, la Terminal de Buses y la avenida Tejada Sorzano, hasta asentarse en el ex Parque de los Monos o campo ferial. Tampoco existe claridad respecto de la fecha de celebración. “La alasitas se fue ubicando en una época, unos dicen en octubre, otros el 21 de diciembre (solsticio de verano), al final se quedó en 24 de enero, relacionado con la fiesta de Nuestra Señora de La Paz y después del cerco del caudillo Tupac Katari, en 1781″. Esta afirmación fue abstraída de una obra de Antonio Díaz Villamil, pero Mendoza observa que no existen pruebas para afirmar que, evidentemente, en 1781 se haya instaurado oficialmente la Alasitas. “Gran parte de los historiadores -afirma Mendoza- eran hijos de hacendados quienes les contaban lo que hacían los campesinos. Por ejemplo, Antonio Paredes, Rigoberto Paredes son hacendados y seguro recogieron de algunos cuentos de los indígenas (sobre la Alasitas y el Ekeko) y le dieron una narrativa literaria. Por tanto, son cuentos de tatarabuelos a abuelos, lo más particular y sospechoso es que esta fiesta no existe en el campo. En fin, la leyenda no surge de la nada seguro tiene algún sustento”.

Tres versiones sobre el origen de las Alasitas

El investigador Galo Illatarco elaboró el estudio Alasitas: Festividad ritual del Eqeqo y las Illas. Una tradición andina viva, en la que analiza tres versiones y coincidencias sobre esta tradición. La primera versión que comparte Illatarco dice que la Alasitas deriva del verbo aymara Alathaña (comprar), es una festividad sagrada de culto a la deidad andina de la reproducción y la fertilidad animal, vegetal y humana, de la buena fortuna, del amor y propiciador de las uniones sexuales (Ekeko), es además una festividad prehispánica celebrada en el Qhapaj Raymi cada solsticio de verano (21 de diciembre), caracterizada por la presencia e intercambio de dijes y miniaturas como símbolos de la tradición andina. La segunda explicación dice que Alasitas proviene del verbo aymara Chhalaqa o Chhalaqasiña (intercámbiame). En el pasado habría sido un ritual sagrado (en el Qhapaj Raymi) dedicado al dios Sol con la presencia del Eqaqo Illa a través del intercambio de miniaturas illas, llallawas e ispallas que representan la fuerza reproductiva de los objetos, alimentos, animales y personas o símbolos con poderes reproductores y propiciatorios de producción y fertilidad. Una tercera versión señala que Alasitas derivaría de la festividad incaica llamada Sitwa o Alaui Situa y sería una fiesta ritual del Eqeqo, de las takas y de las illas vinculadas a la fertilidad y a la salud, supuestamente realizada desde el 21 de septiembre hasta el 21 de diciembre. En conclusión Illatarco considera que actualmente la Alasitas es “una festividad paceña de carácter cíclico y se caracteriza por la tradición de adquirir, intercambiar y/o comprar illas de muchos tipos y formas vinculadas a la producción agrícola y ganadera, a la fertilidad vegetal, animal y humana, y en general, al bienestar material, físico y espiritual”. Tanto Illatarco como Mendoza coinciden en que no se conoce información fehaciente de esta fiesta en el momento de la fundación de La Paz.

La leyenda del Ekeko

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El Ekeko y leyendas

Las versiones existentes sobre el origen del Ekeko son variadas, sin embargo, la tradición menciona que nació a raíz de las sublevaciones indígenas de 1781 y el cerco de Tupac Katari a La Paz. El año de la revolución que enfrentó a blancos e indios, dio fuerza a la tradición indígena del 24 de enero, fecha elegida por el gobernador Sebastián Segurola para rendir homenaje a la Virgen deNuestra Señora de la Paz en agradecimiento a la liberación de la ciudad de La Paz. El rebelde Julián Apaza y su esposa Bartolina Sisa emprendieron un crudo encuentro con españoles y criollos dirigidos por Don Sebastián de Segurola. El 14 de marzo de 1781, La Paz se vio rodeada por miles de indígenas que habían guardado el rencor de muerte hacia blancos. Mientras se presenciaba esta gran pugna, acontecía otra escena en Laja, donde Paulita Tintaya, una humilde muchacha perteneciente al repartimiento del español Don Francisco de Rojas, se encargada a servir a Doña Josefa Ursula de Rojas Foronda, esposa del Brigadier Don Sebastián de Segurola, quien fue Gobernador y Comandante de armas de esta ciudad. Sin embargo, para Paulita, fue dolorosa la despedida del lugar donde dejaba a su amado el galán Isidro Choquehuanca que con dolor entregó a paulita, un pequeño amuleto de yeso que él mismo lo había fabricado como muestra de su cariño. Según la tradición era el amuleto que guardaba la felicidad. Isidro tomó la imagen del encomendero Rojas y la copió en la estatuilla que tenía forma de hombre, pequeña, de rostro enrojecido y grueso de cuerpo, pues dependía de Rojas el destino de los dos amantes. Además de la apariencia puesta por Choquehuanca, le puso pequeñas bolsitas con alimentos y otros bienes que formaban parte de la felicidad que soñaba el joven Isidro. Pasó mucho tiempo de esperanzas para el reencuentro del gran amor, mientras la ciudad se encontraba aislada. Cerca de siete meses toda la ciudad sufrió la escasez de alimentos, las despensas donde se guardaban los víveres se encontraban vacías. Solo por algo inexplicable había un poco de alimento en el rincón de una casa y que una vez consumidos eran renovados por arte de magia. Esas provisiones las poseía Paulita, una bolsa de maíz tostado, kispiña (galleta de harina de quinua) y un trozo de charque(carne seca) de llama, que casualmente puso junto al Ekeko que Isidro le había dado. La situación empeoraba cada día más, Isidro decidió protegerla y salvarla, por eso vino a su encuentro y trajo consigo algunos alimentos como tostado, kispiña y charque. Desde es día, nunca más faltaron esas provisiones que misteriosamente estaban colocadas junto al Ekeko. Ya en el quinto mes de asedio, la esposa del Brigadier Segurola, se encontraba en una situación de muy grave de desnutrición, su esposo no podía atenderla pues su preocupación mas importante era vigilar, organizar y dirigir la defensa de la ciudad encomendada a él. Pero Paulita encargada de su protección y al sentir lástima por ella, le dio una parte de sus alimentos. Desde entonces fueron el Brigadier, su esposa y Paulita quienes podían alimentarse un poco. Al sexto mes cuando las esperanzas se agonizaban, llegó la noticia de la aproximación de un ejército a la ciudad, dirigida por el Comandante General José Reseguín. Entonces la ciudad fue liberada y la paz había vuelto otra vez La liberación de la ciudad de La Paz también trajo la resurrección de una tradición que fue difundida de generación en generación: La feria de Alasitas en la que se permutaban piezas pequeñas que tenían valor cambiario. Así fue que el Brigadier Segurola devoto de Nuestra Señora de La Paz autorizo que el 24 de enero de 1783 se restaurase el mercado de miniaturas Alasitas; donde reapareció el Ekeko. El Ekeko El Ekeko es un muñeco de terracota que puede presentarse en varios tamaños, pero que generalmente tiene alrededor de 20 cm de altura. Representa a un hombre con las típicas vestiduras de la región andina, de su cuerpo cuelgan pequeñas bolsitas, que a modo de alforjas contienen cereales, tabaco y billetes enrollados. El poseedor del Ekeko puede agregar nuevas ofrendas en miniatura que se colgarán de la estatuilla o se ubicarán a su lado, representando aquello que se desea obtener.

 

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Ekeko en Alasitas

El Ekeko era considerado por los antiguos collas como el dios de la fortuna y la prosperidad, según las creencias este ídolo se encargaba de traer al hogar fortuna y alegría, además ahuyentaba las desgracias, debía ser el compañero inseparable de la familia. Pero también se cree que es vengativo, ya que si no se le presta atención castiga quitando todo lo que su dueño tiene o con enfermedades, una de las formas de rendirle culto, y para lograr los favores solicitados, hay que hacer “fumar” al Ekeko en el momento en que se pone el objeto, la figura presenta un hueco en la zona donde debería estar la boca, y es allí donde debe colocarse un cigarrillo encendido. Si el deseo o pedido es aceptado, del cigarrillo saldrá humo como si realmente el Ekeko fumara. En ese marco, todo lo que uno quiere poseer en el año se compra en Alasitas, además de objetos en miniatura: casas pequeñas, bolsas de arroz, de azúcar, fideos, pan, se pueden adquirir artesanías en mimbre, barro, madera, ropa de alpaca, vicuña, instrumentos musicales. Por el principio de la magia imaginativa, la gente del campo adquirirá con preferencia, figuras de animales, vacunos, ovinos, llamas y aves, camiones, camionetas, bicicletas; que representaban las necesidades de su entorno, en cambio, se prepara para los vecinos de las ciudades: casas, edificios, artículos de construcción, palas, ladrillos, celulares y dinero, para ello ya se imprimen bolivianos, dólares y euros. Entre los pobladores antiguos, la fiesta del Ekeko se realizaba en el solsticio de verano, reunían de sus cosechas los elementos más extraños, si alguien no los tenía debía recoger piedras con formas raras para cambiarlas por objetos, nadie podía negarse al intercambio. Al haberse reintroducido esta fiesta donde los indígenas practicaban el intercambio de objetos pequeños por monedas, se reestableció paulatinamente este culto, donde el Ekeko debe conseguirse ya sea regalado o robado, jamás comprado, ya que los sueños nunca se compran con dinero y cada viernes o cada martes hay que colocar un cigarrillo encendido en su boca, si este se mantiene encendido hasta el final, los sueños se harán realidad. Tal vez el origen de esta tradición en el Altiplano, en la región sur de los Andes, donde la comparten Perú y Bolivia, alrededor del Lago Titicaca, se remonte a aquellos comerciantes españoles que viajaban solitarios por todo el país, visitando los pueblitos y llevando consigo diversas mercancías para intercambiarlas por productos locales. Muchas de estas mercancías eran productos totalmente inútiles para los indínegas, chucherías, pero constituían símbolos procedentes de un mundo dominante. En cierta forma estos viajeros blancos representaban también sueños hechos realidad a través de productos que venían de lugares lejanos, así el viejo comerciante español se fue convirtiendo en un símbolo de buena suerte y felicidad. Durante la Colonia, los Ekekos se fabricaron en oro y plata, también en estaño y cobre, actualmente se hacen en yeso o arcilla, pero a pesar de lo humilde de estos últimos materiales, este ídolo ha extendido su influencia a otras regiones andinas y costeñas y continúa llevando felicidad a la gente que cree en él. Quien lo posea, se sentirá más confiado para conseguir lo que necesita y podrá creer que este amuleto le ha de proporcionar dinero, trabajo, alegría y especialmente mucha esperanza. En los tiempos difíciles que vivimos esta ayuda es generalmente muy buscada.

Fuentes: pitonisas.net pieb.com.bo turismoruralbolivia.com / Patricia Espejo Tapia

http://www.eabolivia.com/alasitas-y-ekeko.html


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“Su Majestad: El Locoto”

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Les comparto el siguiente Blog donde encontraran la famosa Tabla de Scoville, que mide la intensidad del picante y toda la  información sobre El Locoto descrita de forma muy peculiar y completa. La foto tambien pertence al blog

 

 “Su majestad: El Locoto” (primera parte)

y no se pierdan la segunda parte que es tan buena como la primera

“Su majestad: El Locoto” (segunda parte)

 

 

http://clubgourmetdebolivia.blogspot.com/2011/07/ingredientes-andinos-su-majestad-el.html


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Historia del Confite Potosí

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Cartilla recupera Carnaval de los siglos XVII a XX

 

El Carnaval, manifestación colectiva de alegría y diversión, se viene festejando desde tiempos remotos en todas las ciudades, provincias y comunidades del territorio boliviano, cobrando en cada una de ellas modalidades diferentes dentro de un marco típico de humor, picardía y esparcimiento.

El docente de la carrera de Historia de la Universidad San Francisco Xavier, Guillermo Calvo, en una cartilla carnavalera, pretende brindar algunos apuntes históricos sobre el carnaval en Sucre entre los siglo XVII y XX. Posteriormente, este documento servirá de base para escribir una memoria.

En el documento se cita a los Confiteros en la ciudad de La Plata, que elaboraron los confites en Sucre desde la segunda década del siglo XVII.

En el documento se hace referencia que ya en 1627 existían acuerdos económicos entre mercaderes y artesanos para la fabricación y venta del confite.

Es así que en 1642, don Bartolomé Francisco de Mendoza alquiló un ambiente para dedicarlo a la venta de confites, géneros y otros enseres básicos en la esquina de Santo Domingo (hoy calles Daniel Calvo y Simón Bolívar). Para su fabricación el documento señala que se necesitaba: una paila de cobre, una roldana, azúcar, leña y cargas de carbón, y para la exhibición de los confites era necesario un aparador.

La cartilla también cita el festejo del Señor de los desamparados y la fiesta de compadres.

Este santo está en el beaterio de Santa Rita y desde las últimas décadas del siglo XIX se constituyó en el centro de culto para iniciar la tradicional fiesta de compadres.

Para esta fiesta se celebraba una procesión en el día de los Compadres. Los devotos salían del Beaterio de Santa Rita y recorrían las principales calles de la zona.

En el documento se hace referencia un poemario carnavalero del siglo XIX, con su contenido histórico, político y picaresco, del cual existe transcrito.

 

Sucre/CORREO DEL SUR


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LLaucha

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En La Paz, la llaucha es una empanada irreemplazable,  es tradición comerlas a media  mañana. Son empanadas gigantes, jugosas, rellenas de queso,  con ulupica o con ají colorado. Hace que el cuerpo entre en calor en las frías mañanas de La Paz,  junto al api, forman una pareja que sabe a tradición.

 

La costumbrista Elizabeth de Col explica que el nombre de la que hoy se conoce como llaucha proviene de “queso llauch’ita”, que en aymara es la acción de agarrar el queso y untarlo en la masa.

Posteriormente su nombre fue simplificado a llauch’ita y luego sólo a llaucha. “La llauch’ita, aunque sea pequeña o de gran tamaño, sigue siendo llauch’ita”, dice.

Las mujeres la vendían siempre muy temprano y no eran conocidas como “llaucheras” sino como “llauch’iteras”.

El queso llauch’ita era acompañado con phosko allpi -que quiere decir mazamorra fermentada en aymara- que luego pasaría a ser llamado phosko api y en la actualidad se conoce como api.

“La llauch’ita salía a la venta a mediados del siglo XX a las 5:00 y a las 10:00 ya no encontrabas ninguna. Ahora tomamos té con llauchas”, dice De Col, quien explica que el origen de esta empanada paceña puede ser una simbiosis de alguna receta traída por los españoles, ya que el queso proviene de ese país.

La llaucha también tiene un lugar en sucesos que marcaron la historia en el siglo XX.

Según cuenta la costumbrista, el consumo de la llaucha figura en una crónica de la Revolución del 21 de julio de 1946, en la que murió el presidente Gualberto Villarroel, quien habría mencionado que “la chola paceña es muy noble, igual les dio phosko api con llauch’itas a los revolucionarios, como a los soldados que defendían al Gobierno”.

 

Ingredientes:

  • 1  y    ½  kilo de harina
  • ½ kilo de manteca
  • 1  Cucharilla de sal
  • 2  Cucharillas de azúcar
  •  30 gramos de levadura seca o 50 de fresca
  • 1 litro de agua mas o menos

Preparacion

  1. Formar una corona con la harina, añadir en su centro la azúcar, la sal los huevos y un poco de agua; disolver bien y agregar la levadura disuelta en un poco de agua tibia.
  2. Empezar a mezclar hasta obtener una masa muy suave y elástica que no se pegue en las manos.
  3. Dejar reposar durante 10 minutos tapando la masa con un un nylon o servilleta de mesa, luego amasar y dejar leudar. Hacer bolitas del tamaño de un huevo mas o menos.
  4. Cuando haya doblado su volumen extender la masa en forma de empanadas grandes, agregar el relleno y repulgar.

Relleno:

  • 1   litro de leche
  • 1   kilo de queso blanco
  • ½     taza de Maizena
  • ½     taza de harina
  • 1 cucharada de gelatina sin sabor
  •   Ulupica o aji colorado a gusto
  •   1 clara
  •   1 cuchara de manteca
  • 2 cucharadas de aceite

Prepare el relleno:

  1. Se hace cocer el ají colorado en aceite caliente. Una vez cocido, dividir en dos porciones. Se diluye la harina y la maicena en la  leche fría, se la pone al fuego y se la cocina hasta que espese como una laguita, se añade  una porcion del  ají y se deja enfriar. Solo se añade la gelatina diluida en agua tibia y el queso antes de empezar a rellenar’
  2.   Una vez que las bolitas aumentaron de volumen, estire la mesa con el uslero en forma ovalada de aproximadamente medio centímetro de alto y rellene con la crema que preparo, pase el borde con la clara antes separada, cierre la masa apretando bien y repulgue las llauchas mojando los dedos  con el resto de ají colorado.  Pintar por encima de la llaucha con un poco de manteca diluida mezclada con ají colorado en polvo.
  3.  Llevar a horno precalentado a temperatura moderada, por espacio de  mas o menos 20 minutos.
  4.  Son exquisitas con api o tojo

http://tradicionesdebolivia.blogspot.com/

 

 


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Quién no se rinde ante el puchero, el plato de la diversidad

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Para Luisa Ríos, cocinera del mercado Lanza, el puchero es el carnaval en la mesa. “La sopita se sala de forma natural por la mezcla de carnes de chancho, vaca, cordero y pollo. El arroz a veces tiene un sabor amargo que al mascar la papa se pasa y lo mejor es que los postres de peras y duraznos estén en el mismo plato”.

La experta, que lleva en el mercado más de 50 años, definió el plato carnavalero como una fiesta de sabores para la boca que se originó por la costumbre que tenían los agricultores de compartir.

Según la historia, los agricultores de todo el país, antes de recoger la

cosecha, agradecían a sus deidades por los frutos, regando la tierra con flores, alcohol y la bebida tradicional del lugar.

Al acabar el ritual, las esposas de los trabajadores tendían en el piso mantas u otras telas para simular un gran mantel.

Puesta la mesa, varones y mujeres sacaban una merienda que tendría que ser el mejor plato de cada casa. La comida era depositada en una olla gigante, donde se hacía una mezcla de la que se podía comer de todo un poco.

De esa manera, surge el ritual del aptapi, que quiere decir que la mesa está servida para que recoja comida el que quiera.

El escritor Carmelo Corzón indica que el plato carnavalero más tradicional, a nivel nacional, es el puchero, que no sólo mezcla carnes, verduras y frutas sino sabores que podrían significar la diversidad de razas y culturas que están unidas en Bolivia.

Corzón explica que en el país hay diversidad de comidas porque cada región tiene determinados productos.

Sin embargo, define como ingredientes comunes a las carnes de chancho, vaca, cordero, pollo, pescado y conejo, las que casi siempre estarían acompañadas por ensaladas, zarzas, papas, tuntas, cayas, ocas, duraznos, manzanas, uvas, lujmas y peras.

El literato indica que todas las comidas son acompañadas por refrescos de frutas de la región para los niños. Mientras que los adultos, en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, toman el tradicional guarapo.

En Cochabamba, Tarija y Sucre la bebida típica es la chicha con o sin alcohol. Mientras que en La Paz, Oruro y Potosí los coctelitos con singani están entre los preferidos. Los sándwiches de chola (lonjas de cerdo con ensalada de lechuga o escabeche), los choripanes y los anticuchos, pacumutos y latas de cerveza son también populares en las entradas.

http://www.bolivia.com/noticias/AutoNoticias/DetalleNoticia11981.asp

 

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Anata Papa Nueva

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Fiesta Tradicional de La Paz que celebra las primeras cosechas de la papa nueva

Anata Aymara “La ch’alla de la Pachamama” (fecha movible en febrero)

El mundo andino está organizado principalmente por el tiempo de producción agrícola de la papa. Dicho tubérculo andino significa la misma vida para los aymaras y es uno de los pilares que sustenta su sistema social, muy relacionado con el respeto a la naturaleza. Toda esta cosmovisión se traduce en la celebración de la fiesta aymara del Anata o juego en la traducción aymara.

El Anata o “juego” ritual agrícola se realiza en época de Jullapacha o lluvias. Para los aymaras es el tiempo femenino, tiempo de la Paxsi Mama (Luna) y de la Pachamama. Todos los ritos están dirigidos a las sayañas y aynoqas de la papa, la quinua, la arveja y todo lo que en este tiempo esté floreciendo.

El Anata comienza el 2 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria, con la bendición de los productos agrícolas y fundamentalmente de la papa. Todas las comunidades andinas se reúnen este día para agradecer simbólicamente a la Pachamama por la primera cosecha que se realizará después del Anata.

Las familias deben llevar de sus parcelas o sayañas de producción una muestra de los tubérculos extraídos de la chacra. Así, en el lugar más alto del pueblo se reúnen todas las comunidades y comienzan a comer las primeras papas con aji y membrillo.

Tambien se cumple con el floreo o wayñu que es la ceremonia conocida como el matrimonio de los animales.  A los camelidos y ganado vacuno se les colocan aretes o t’ikachas de colores además de serpentinas para simbolizar su unión.

 

http://www.redescuela.org/WikiEscuela/FiestasTradicionalesLaPaz


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Fiesta de la Candelaria en Aiquile

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Se celebra el día 2 de Febrero.

La patrona de Aiquile es la Virgen de la Candelaria, morena y bella, en su sonrisa lleva un permanente consuelo a los afligidos y a los soñadores.

Cada 2 de febrero se inicia una semana de fiesta, donde la actividad es total y con anticipación se nombran, en las diversas comunidades de la región, a los “Capitanes” que se encargan de llevar “Toros Bravos” para la corrida diaria durante siete días.

Por las mañanas se realizan las misas solemnes y las procesiones cantadas con la imagen de la Virgen, en la que el “Preste” porta su estandarte y posteriormente se desarrolla la fiesta.

Ya por la tarde se reúne dinero en un aguayo o tela para que se lleve el “enjalme” que portará uno de los toros más bravos, con el cual se enfrentarán ya sea un valiente torero “a pie” u otro “a caballo” para sacarle el preciado botín.

Esta es la tradición que se sigue a lo largo de toda una semana empezando desde el 2 de febrero, todo ello acompañado de la gran devoción que tiene un pueblo por su Patrona “La Virgen de la Candelaria de Aiquile”

http://www.youtube.com/watch?v=zYzVAI-IXNQ

 


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Zarza de Tarwi

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El tarwi es visto como la madre de las comidas (manq’a tayka), por ello es infaltable en los rituales de la ch’alla de las ispallas como la: Candelaria y Carnavales.

Para estas ocasiones si no están maduras, sellevan las flores o las vainas junto a la inflorescencia y en Pentecostés las vainas secas junto a la inflorescencia. Los tallos de tarwi son utilizados para atizar la misa ritual  de la granizada, la helada, el viento, entre otros.

Asímismo para el llamado de las lluvias, como la misa ritual para la salud de la familia campesina, en caso de enfermedades por alguna desarmonía con los componentes de la naturaleza.

– Desamargado manual: Limpiar el grano de impurezas (residuos de cosecha, tierra o piedrecillas); seleccionar el grano por tamaño; remojar el grano durante un día en agua; cocer el grano en agua durante una hora; colocar en un recipiente apropiado (costalillo o canasta) y poner en agua corriente durante 4-5 días; probar el grano, si ya no tiene sabor amargo, quiere decir que ya está listo para ser consumido.

La zarza de tarwi es consumida como plato ritual, su uso es generalizado en las fiestas de todos los santos para ofrecer a las almas de las personas que fueron antiguos moradores de estas tierras. Se consume en nombre del difunto, haciendo rezar los días de las almas (2 y 3 de noviembre), siendo una costumbre generalizada el consumir el tarwi.

La zarza es una especie de ensalada con abundante cebolla picada en rodajas, tomate,lechugas y mezclada con conservas de sardina en salsa de tomate, papa harinosa sancochada de variedades nativas, pan de todos los santos,aceite vegetal, sal y locoto al gusto. Se sirve en platillos de porcelana de uso exclusivo para estas fechas.

 

 

Ingredientes

  • 4 Cebollas picadas juliana
  • 1 lechuga picada
  • 2 locotos picados
  • 1 lata de sardinas en salsa de tomate
  • 6 papas harinosas cocida cortadas en 4
  • Aceite y sal a gusto

Preparacion

Mesclar todos los ingredientes, el tarwi con la zarza y servir en platos de porcelana .


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Confites de Carnaval

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Foto de  Rodolfo Goitia – Los Tiempos

 

La fabricación de estos dulces es una tradición de Potosí que se difunde por todo el país, ya hay varios que aprendieron los secretos.

Un perol fabricado de medio turril, fuego constante que derrita pero que no queme, un relleno que puede ser desde una semilla de anís hasta un trozo de almendra o durazno y mucha energía para evitar que las bolas que se forman se fundan en una sola, son los ingredientes necesarios para elaborar los confites, esos dulces redondos que son una tradición del Carnaval en varias ciudades del país.

Estos secretos acuñados en Potosí, poco a poco se fueron extendiendo. Desde hace dos semanas, artesanos avivaron sus fogones, compraron más azúcar y aumentaron sus jornadas de trabajo para cubrir la demanda de confites durante el Carnaval 2006.

En lo que fue el tambo Santiago, una construcción vetusta en la esquina de las calles Sagárnaga e Isaac Tamayo, en la zona del Gran Poder, don Pedro es uno de los productores de confites que día a día con el traquetear de sus peroles endulzan la vida de la gente y cultivan una tradición.

Él explica que para elaborar un confite es necesario hacer un almíbar de azúcar y limón. “Esa miel se la hace gotear sobre la semilla de cilantro y si prefiere un maní o un pedazo de almendra. Hay que saber la maña porque si se friega ya no sirve”, dice.

El teñido se lo hace con anilina y si los confites son sólo para ch’allar, es decir, si son pequeños, la preparación de un color tarda poco más de una hora.

Si se quiere hacer los grandes se tarda más y se debe usar la plancha, que es una madera con la que se aplana para evitar que se peguen las bolas de azúcar. Al día, cada artesano prepara unos 7 quintales de azúcar. La arroba de confites chicos la venden a Bs 65 y los grandes a 80.

La elaboración. Ingredientes • Azúcar, limón, semillas de cilantro y mucha energía para batir los peroles. Relleno • Se pueden poner anís, maní, trozos de almendra, nueces o durazno seco. Preparación • Se hace gotear almíbar sobre un perol caliente.

La Razon   La  Paz

RECETA

El tradicional

Para un quintal de confite, se necesita un quintal de azúcar. En un recipiente resistente, de preferencia un perol de cobre, se coloca el azúcar a fuego de leña hasta que se derrita, agregar limón. A medida que se va diluyendo, se echa culandro o arveja. Mecer la bandeja hace que se formen los confites. El proceso dura hasta media hora, pero depende al tamaño que se quiera lograr.

El Especial

A la preparación base del confite tradicional, se incluye huevo y blanqueador. Si es de chocolate se diluye éste en un poco de agua y se aumenta en el almíbar. El proceso es el mismo que el anterior, sólo que en vez de culandro y arveja, se pone nuez, almendra, durazno, maní o coco rallado. Se debe mover la bandeja hasta una hora (de acuerdo a la fruta). La forma determina el relleno.

• Para dar color, en cualquiera de las dos preparaciones, se utiliza colorante vegetal en el almíbar.

 

 


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Dia de “Las Comadres” Tarija

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Tampoco en Tarija ni sus alrededores, nadie sabe ni recuerda -a ciencia cierta- cuándo nacieron ” Las Comadres” . Lo que sí podemos asegurar que ésta fiesta, cuya cuna es el pueblo asturiano de Pola de Siero, está íntimamente vinculada al ciclo agrícola. Es decir, en torno a las cosechas. Diferentes fiestas en el área rural están distribuidas en fiestas de invierno, primavera, verano y otoño.

La Fiesta de ” Las Comadres” pertenece al ciclo carnavalesco, circunscrito dentro de las Fiestas de verano o como dirían Lorenzo Calzavarini y Fernándo Arduz Ruiz (Música y Cantos Tradicionales de Tarija, 1999), esta fiesta está dentro del ciclo fuerte (desde diciembre a junio), y está dedicada a los dioses.

A pesar de que no existen crónicas y testimonios escritos sobre la Fiesta de ” Las Comadres” , salvo pocos trabajos de investigación, se puede asegurar que ésta se mantuvo gracias a la tradición oral que de madres y padres a hijos fue transmitida y que permitió que permaneciera viva, especialmente en el área rural del valle y, en la Ciudad de Tarija, donde su celebración -en un pasado lejano- estuvo circunscrita al vecindario de la periferia donde fue popular y tradicional. Posteriormente, a partir de 1983 la Fiesta tomaría carta de ciudadanía general, aspecto que hoy la enaltece.

En el valle central de Tarija, donde existen innumerables comunidades, el calendario Lúdico anual se inicia faltando 15 días -es decir, un día jueves- para la celebración del ” Carnaval Chapaco” . La Fiesta tiene el nombre de ” Los Compadres” .

Pero la Fiesta más importante del calendario carnavalesco de Tarija es sin duda de ” Las Comadres” , que se celebra el día jueves antes de Carnaval. Durante ese día y desde horas muy tempranas, miles de mujeres realizan la compra de la tradicional ” torta” para entregarla en acto público o familiar a quién hayan elegido para cristalizar el parentesco espiritual de por vida con su ” Comadre” o ” Compadre” .

Esta impresionante y vigorosa manifestación del sentimiento chapaco, es la máxima expresión de la Fiesta de ” Las Comadres” , Patrimonio Intangible de Tarija. Pero, además, la fiesta posee dos características esenciales que no pueden ser soslayadas: es una fiesta celebrada solamente por mujeres de todas las edades y de todas las clases sociales y es una festividad que se celebra en la Ciudad Capital y en todos los pueblos que conforman el valle central del Departamento de Tarija.

A mi entender, tres elementos deben preservarse. El valor y significado espiritual de la fiesta en sí; la ” torta” como expresión material de ese profundo sentimiento de solidaridad y respeto mutuos y; el rol de la mujer, como protagonista esencial de esta celebración.

Durante los meses que me llevó el trabajo de investigación, descubrí que, desde decenas de décadas atrás, familias enteras, procedieron de manera artesanal y rústica, a la elaboración de las ” tortas” .

Primero fueron las madres, luego las hijas y hoy las nietas y bisnietas son las que mantienen viva esta tradición. Explican, algunas ” Comadres” que hoy todavía persisten en trabajar en su elaboración a pesar de su avanzada edad, que desde muy niñas ellas ayudaban a sus madres a vender las ” tortas” , y que luego, enseñaron a sus propias hijas y éstas a su descendencia, no sólo a vender, sino, también a elaborarlas.

La mayoría de las ” Comadres” artesanas como bien deben ser llamadas, son oriundas de uno de los más tradicionales Barrios de Tarija. ” San Roque” y de un pueblo histórico y muy querido por todos: ” San Lorenzo” o ” Tarija, La Vieja” .

Por esa razón, celebramos jubilosamente que, sean las propias mujeres de los dos Barrios más emblemáticos de la Ciudad de Tarija: ” El Molino” y ” San Roque” y del primer poblado español en Tarija, como es ” San Lorenzo” o ” Tarija la Vieja” , las que mantengan viva una tradición y que gracias al aporte familiar y su silencioso trabajo, hayan permitido mantener viva una Fiesta tan arraigada en Tarija.

Como testimonio de un merecido y público agradecimiento, considero que debemos mencionar a aquellas obreras de la tradición tarijeña. Si en verdad queremos preservar la Fiesta, reconocer a quiénes son las que trabajaron y dejaron una herencia que hoy todos disfrutamos, será muy importante para los fines que perseguimos.

 

 

http://www.metroflog.com/cuycho/20100211/1


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“El Aljibe” Restaurant Museo

Comida Típica Tradicional de Oruro

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Brazuelo de cordero
Charque orureño
Pejerrey relleno

Api: Mazamorra de maíz amarillo y maíz morado, con canela, clavo de olor y cascara de naranja
Brazuelo: Paleta de cordero al horno (el mejor cordero es el de Sevaruyo).
Charkecan: Charque de llama a la sartén con mote de maíz, huevo duro, trozos de queso y papa con cáscara.
Intendente: Variedad de carnes de res, cordero, pollo y pescado (preferentemente pejerey), con menudencias de cordero y chorizo a la parrilla, acompañado con arroz, papa cocida y verduras frescas.Es un platillo emblemático de Oruro.
Thimpu o Puchero: Carnes de res y cordero cocidas, arroz, papa y hojas de repollo cocidas, chuño y aji amarillo.
Lomo Montado: Carne de res al sartén, papas fritas, arroz, dos huevos fritos y ensalada de lechuga, locoto, cebolla y tomate.
Mechado de Cordero: Carne de cordero mechada con cebollas, ajos y especias.
Pejerrey relleno: Del Lago Poopó, relleno de jigote y rebozado con harina y huevo.
Rostro asado: Cabeza de cordero con piel cocida al horno o bajo tierra. Es el platillo emblemático de Oruro.


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La Cocina de Oruro

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Visitar oruro y no servirse un charquekán, significa perder la oportunidad de degustar un plato con tradición

La cocina de Oruro tiene los sabores de varios siglos

Variedad. Hoy les entregamos algunos platos de esta región del altiplano, una sugerencia gastronómica de la chef Ivonne Maritano.

OSWALDO RAMOS ASTIBENA – oramos@eldeber.com.bo

La gastronomía tradicional de Oruro hace gala de la carne de cordero, que le da esencia a varios platos típicos como la tostadita, la colita o la cabeza, el intendente o la aguatía o rostro asado. Aunque el cordero es uno de los elementos que son la base para la preparación de un conjunto de alimentos, también existen otros manjares como el clásico charquekán, el api, el chorizo y la p’isara que se la elabora con quinua. Respecto al charquekán se dice que es un plato ancestral de la cultura Uru, que consiste en carne (de res o de llama) desmenuzada y deshidratada mediante su exposición, con sal, al sol, acompañada de queso fresco de leche de vaca, papas con cáscara, mote y llajwa

Charquekán

Ingredientes para 2 raciones 1/2 kilo de charque de llama o de res. 4 papas. 1 libra de mote. 2 huevos. 2 cebollas. 2 tomates. Aceite y sal a gusto. Preparación Sancochar el charque. Golpear y desmenuzar el charque en tiras; luego freírlo hasta que quede tostado y suave. En ollas separadas cocer las papas y el huevo. Para la ensalada, picar la cebolla en pluma y añadir el tomate cortado de la misma manera. Aderezar con sal y aceite a gusto. Servir el charque con papa, mote, huevos duros, la ensalada y acompañar con llajwa.

Mechado de Cordero

Ingredientes para 4 raciones 1 pierna de cordero deshuesada. 5 pepinillos. 3 locotos rojos y verdes. 4 zanahorias. 3 cebollas. 1/2 litro de agua. Sal y pimienta al gusto. Preparación Al sacarle los huesos la pierna del cordero quedará como una bolsa. Rellenar la bolsa con los pepinillos enteros, los locotos cortados en tiras, las zanahorias y las cebollas peladas y cortadas largas y finas. Condimentar con sal y pimienta a gusto. Debe cocer la bolsa por la parte que se rellenó para que quede cerrada. Ponerla en una olla de presión con harta agua hasta que el cordero esté bien cocido. Sacar la bolsa de la olla y freírla con aceite caliente. Cortar en lonjas gruesas y servir acompañado con papas fritas y arroz.

Thimpu

Ingredientes para 4 raciones 1 pierna de cordero. 3 cebollas grandes. 6 papas. 1/4 kilo de chuño. 1 taza de arroz. 1 taza de ají amarillo molido. 1 tomate. 1 locoto. 1/2 cucharada de comino. 1/2 cucharada de orégano. 1 cucharada de sal. Aceite a gusto. Preparación En dos litros de agua hirviendo colocar la carne de cordero, cortada en porciones. Cuando la carne esté blanda, se colocan las papas y una vez cocidas se cuela todo y se reserva. Aparte se hace cocer el chuño, lavado, exprimido y con un poco de sal. El arroz se prepara aparte. La técnica se llama arroz evaporado o arroz blanco. Se hace hervir 6 tazas de agua y se coloca el arroz. Antes que termine de cocer, se cierne con un colador y al arroz le rociamos tres cucharadas de aceite y una taza de agua con sal. Se deja a fuego lento hasta que termina de cocer. Se debe sacudir la olla unas dos veces durante el proceso para que el arroz no se pegue. Para el ahogado: Se pica la cebolla, el tomate y el locoto. Se agrega 1/2 cucharadita de orégano más 6 cucharadas de ají amarillo y el comino. Todo se sofríe. Para servir se coloca en el plato una presa de carne, chuños, una papa grande y una porción de arroz. Todo se rocía con el ahogado. El caldo se sirve aparte con un poco de orégano, después de haber comido la parte seca.

API

Ingredientes 2 tazas de maíz morado molido. 15 tazas de agua. 2 ramas de canela. 2 clavos de olor. Cáscara de 1 naranja. Azúcar al gusto. Preparación Remojar el maíz en cinco tazas de agua por dos horas. Hervir al agua restante con la canela y el clavo de olor. Colar el maíz y agregar el agua con canela poco a poco, moviendo constantemente para que no se forme grumos. Una vez que está espeso, endulzarlo a gusto.

Buñuelos

Ingredientes para 10 raciones 3 tazas colmadas de harina de trigo cernidas. 1 y 1/2 tazas de agua tibia. 3 cucharaditas llenas de levadura virgen. 2 huevos. 1 copa de anisado. 1/2 cucharadita de anís. 1/2 cucharadita de sal. 1 cucharadita de azúcar. Aceite a gusto. Preparación Poner la levadura a remojar en media taza de agua tibia. Cuando esté disuelta agregar una taza de agua tibia, la sal, el azúcar, los huevos bien batidos, el anisado y el anís, procurando siempre que las pepitas vayan al fondo. Agregar las tres tazas llenas de harina. Batir con una cuchara de madera unos 5 minutos. La masa tiene que ser suelta, que casi se escape de entre los dedos. Si a veces resulta insuficiente la cantidad de líquido que se sugiere, es porque existen harinas que absorben más. Corregir aumentando la proporción. Deje reposar en un lugar abrigado hasta que se triplique su volumen. En olla aparte calentar el aceite. Moje sus dedos con agua una y otra vez y aplanar la masa rápidamente. Hacer un hoyo pequeño al centro y freír Con un palo pulido dar vueltas el buñuelo, y así quedará esponjoso y hueco. Servir caliente y bañados con miel.

 

 http://www.eldeber.com.bo/paraellas/2013-06-19/notaparaellas.php?id=130619012845


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Carnaval en Santa Cruz

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Crece la región y también cambia la fiesta grande de los cruceños

La transformación. La fiesta grande adquiere nuevos rasgos que tienen que ver con la migración y con los tiempos modernos que vive Santa Cruz de la Sierra

 

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Los bailes de máscaras se desarrollaban durante 11 noches. Reinaba la picardía y la sensualidad

Mónica Salvatierra

msalvatierra@eldeber.com.bo

El último censo confirmó que Santa Cruz es el departamento más poblado y también el que más gente recibe del interior y exterior del país. Esta explosión influye en la fiesta grande de los cruceños que, año tras año, adquiere nuevas características y deja otras que son propias de ciudades más pequeñas.
El Carnaval cruceño nació sin rasgos folclóricos, pero en los últimos años ha incorporado a los ballets juveniles en las precarnavaleras, en el corso y ahora en una entrada que será exclusiva para estos grupos que interpretan bailes del oriente.
El Carnaval de calle, descrito por Alcides Parejas como el paso de las comparsas por el centro de la ciudad al ritmo de la banda y visitando las casas de espera, tiende a desaparecer y pasa a ser remplazado por los garajes, donde los carnavaleros se encierran y bailan, pero reducen la interacción social con otros carnavaleros o con gente que no es parte de ese grupo. La transformación se produjo después de un enfrentamiento entre comparsas que acabó con la vida de una enfermera.
En el corso, el paso de las comparsas vestidas con simples casacas, pasa a ser remplazado por grupos carnavaleros que visten elegantes  alegorías y ensayan coreografías. En este desfile también se lucen fastuosos carros alegóricos y no han faltado los grupos que pasaron con amplificaciones y bailarinas exóticas. Además, hace ya algunos años se ha descentralizado y también se celebra el corso en las ciudadelas.
Asimismo, cambia para los llamados miracorso, que son los que no tienen comparsa y se divierten yendo a ver la entrada carnavalera. Hasta hace unos cinco años, podían observar desde graderías y sillas ubicadas a lo largo del recorrido, pero esos espacios fueron copados por los camarotes, que son de las comparsas o de empresas que venden espacios a precios más caros. Sin embargo, según la última ordenanza del carnaval, este año se reducirá el espacio para los camarotes y volverán las sillas y graderías más económicas.
Este año tendrá un cambio aún mayor, pues la ordenanza del Carnaval autoriza que, además del corso principal y el infantil, haya el corso cultural espectáculo del oriente boliviano, la entrada folclórica de los residentes del interior.
En su ensayo, Alcides Parejas hace un recuento de las ordenanzas que intentaron suprimir el Carnaval y de cómo fracasaron. Desde que comenzó en el siglo XIX, solo dejó de haber fiesta grande durante la guerra del Chaco: 1933, 1934 y 1935. Un año después volvió con renovada fuerza y entusiasmo de los cruceños.Lo que se escribió sobre el carnaval cruceño

El viajero Fawcet en 1913
Nos aventuramos a andar por las calles, corriendo el riesgo de ser apedreados con huevos de tinta o recibir baldadas de agua sucia. Fue una total diversión para los que se entregaron al libertinaje de esos días.

Leonor Ribera Arteaga en 1937
Si el pueblo dedica tres o cuatro días a su celebración, no es por holgazanería, sino por reacción contra el ritmo monótono en que se desenvuelve nuestra vida de ciudad, con diversiones escasas.

Diario el comercio en 1975
El corso, pese al desorden, fue del agrado del pueblo. Hubo carros alegóricos que arrancaron aplausos, comparsas juveniles muy alegres y también los jovachones. Por primera vez se realizaba de noche.
El Deber – 03 de Febrero de 2013

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Marraqueta Paceña

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El departamento de La Paz, es único por sus alimentos característicos, como la marraqueta, que enriquece la gastronomía boliviana, logrando que el aroma y el sabor se conjuguen provocando gratos e inolvidables sabores para el gusto de la ciudadanía.

Un trozo de carne asada en medio de una marraqueta, acompañado de una taza de café caliente para muchos es una delicia para empezar la mañana; o los fines de semana, un fricasé o el chairo paceño acompañados de una marraqueta ¡delicioso!

Este es un pan económico y accesible para el bolsillo de todos.  Es un pan hecho a base de harina de trigo, agua, sal, levadura, azúcar. Tiene una forma alargada y ovalada y es muy agradable sobre todo cuando ha salido del horno y acompañando a una taza de cafe y un pedazo de queso fresco muchísimo mejor.

El pan de batalla o marraqueta tiene su pareja, se trata del pan allulla o pan sarnita, la que tiene forma redonda y una consistencia más suave con quesito encima… Antes solía comprase casado, mitad marraqueta y mitad allulla o sarnita.

El pan de batalla, se consume en hogares pobres y en hogares privilegiados y su fama ha llegado tan lejos que le ha valido el ser declarado “Patrimonio cultural e histórico de La Paz”, mediante Resolución emitida por la Prefectura del Departamento de La Paz, el año 2006. Siendo el pan de cada día en los hogares paceños, acompaña sus vidas desde el desayuno hasta la rica variedad de platos de lunes a domingo.

Normalmente, a la medianoche se inicia el preparado y a las 06:00 el sabroso “pan de batalla” sale crujiente y caliente para ser degustado.

La naturaleza de su nombre ya casi se borró de la memoria colectiva, con el transcurrir del tiempo, aunque la tradición atribuye su origen a panaderos franceses de apellido Marraquette, a la expresión marroco (Marruecos) o al baguette, según la historiadora Florencia Durán.

El patrimonio culinario de los paceños, según otra teoría, no fue creado por panaderos locales sino por uno que emigró desde la isla de Chíos, ubicada en el mar Egeo, donde nacieron Homero e Hipócrates y donde habría habitado hace más de un siglo Michel Jorge Callisperis de oficio panadero.

El joven panadero llegó a Chulumani (Bolivia) en 1908 para elaborar pan como su principal sustento y, como la región le resultó pequeña para agrandar su negocio, se trasladó a la ciudad de La Paz, donde trabajó en la empresa de fideos Figgliozzi que, con los años, llegaría a pertenecer a la familia Sáenz.

La fórmula de este pan pronto le daría motivos para instalar su propio negocio: primero en la calle Bueno y finalmente en Miraflores, donde finalmente se quedó.

Hoy, la marraqueta, es infaltable a la hora del desayuno y el almuerzo, registrándose su mayor consumo en La Paz.

Ramón Rocha Monroy la describe mejor que nadie:

…”Si fuera pintor, pintaría un paisaje de La Paz con una marraqueta humeante en lugar del Illimani. Quizá ambas criaturas tienen el mismo espíritu, la más pequeña de mineral en bruto y la enormísima de cristal. Es maravilloso disfrutar del desayuno paceño echando vapor por la boca y contemplando el Illimani al amanecer. Es una reconciliación con el alma y el cuerpo, body and soul –la conjunción del viejo blues”.

Ingredientes:

● 2 kilos de harina

● 100 gramos  de levadura fresca o 35 de levadura seca activada en 80ml de agua tibia

● 5 cucharas de azucar

● 3 cucharas de sal

● agua tibia lo necesario

Preparacion:

1.         Se forma una corona con la harina. En el medio de dicha corona se echan los restantes ingredientes.

2.         Se mezcla todo hasta conseguir una masa muy suave, que se desprenda de la lugar donde esta siendo amasada, luego debemos dejar reposar una hora.

3.         A continuación bollar y dejar reposar otra hora.

4.         El siguiente paso es formar la marraqueta de mas o menos 90 gramos,cada una, como el pan francés, dejar nuevamente fermentar hasta que triplique de su volumen.

5.         Hacer cortes en la parte superior con un cuchillo fino y hornear por espacio de 20 minutos a unos 220º C. con un recipiente de agua hirviendo dentro del horno para que eleve como es necesario. Pincelar con agua al sacar del horno para darle un color tostado bonito.

Dicen que un requisito para  que sea exquisita y de una contextura crocante, sabrosa y deliciosa, es la Altura ….


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Ch’alla de Martes de Carnaval

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Les comparto este articulo muy descriptivo del rito de la Ch’alla del martes Carnaval, publicado en el Periódico La Razón.

La ch’alla debe ser dulce, ruidosa, colorida y abundante
(La Paz – La Razón)

Este rito prehispánico, propio de la Anata o tiempo de abundancia de la cosecha, representa el acto de devolución que hace la persona a la Pachamama por los bienes recibidos. Hoy se practica en el campo y las ciudades.

“Llevate caserita cositas para ch’allarte, para que le agradezcas a la Pachamama”, grita Nilda Fernández a todo aquel que pasa por la calle Illampu, al oeste de La Paz. Aquí, cada año se vende variedad de productos para cumplir con el tradicional rito de martes de Carnaval.
La palabra ch’allar significa en aymara “rociar”. Es la acción humana de echar o regar, sobre la tierra o bienes materiales, elementos simbólicos como un gesto de retribución y gratitud hacia la madre Tierra (Pachamama).
Este ritual andino de origen rural tiene orígenes prehispánicos. Es una forma de relacionamiento social entre el Jache —la persona— y la Pacha, la madre Tierra. Ella es parte fundamental de las creencias del mundo andino, donde todas las cosas tienen vida y por lo tanto el ser humano debe mantener un fuerte contacto con ella.
La ch’alla es una tradición que del área rural pasó a la urbana andina y de allí a todo el país, gracias a las migraciones.

Mesa dulce o blanca • Lleva pastillas
Hay que quemar todo • La mesa se quema antes de ch’allar la casa. Puede ser el lunes por la noche o temprano el martes de Carnaval. Antes de ponerla al fuego se debe abrir la nuez; si está blanca se la ch’alla con alcohol y vino; si está negra se la ch’alla con cerveza.dulces de diferentes formas (luna, estrella, etc.) y confites. Atrae suerte y dinero. Una figura grande representa la casa, hay vegetales como la alpinica, bolabola, wirakoa, nuez, un feto de llama y vino indio para calmar la sed de la Tierra.

Leer la suerte • La ceniza que queda, si es blanca significa buena suerte para todo el año y se la debe guardar en una esquina de la casa, debajo de
la tierra o en una maceta. Si es negra se la tiene que botar a la basura para que la mala suerte no afecte a la familia.

Lo que se necesita para una ch’alla completa que complazca a la Pachamama

La Anata en el campo y el Carnaval citadino comparten tradiciones como esta de la ch’alla. El rito nacido en el campo llegó a las ciudades y de éstas retornaron costumbres en un diálogo enriquecedor. Por eso, en la ciudad se busca el vino de indio y en el campo se usan cohetillos. Milton Eyzaguirre explica los significados de cada elemento.
Serpentinas
Es un elemento decorativo que de la ciudad llegó también al campo. Se usa para más volumen a las cosas que se ch’alla. Se usa el lunes y martes de la Jiska y la Jacha Anata.

Pétalos multicolores
En la ciudad nació la costumbre de usar mixtura. Pero, se dice que trae mala suerte, pues el viento se la lleva. Es mejor usar pétalos: se rodea la casa
y se ponen en las esquinas.

Flores
Además de usar pétalos de hortensia, pompones y retamas, se aconseja colocar retama en un florero. Es de buen augurio y elimina los elementos negativos de la casa.

Confites
Los pequeños de colores alimentan a la Pachamama, pues ésta necesita elementos dulces. Se echan en la tierra y en el tejado de la casa.

Cereales
Habas, quinua, arvejas, choclo, nueces, lentejas y trigo se riegan para que se multipliquen el dinero y la comida. Dorados y plateados son ya innovaciones. En el sur del país se usa la haba seca.

Banderines
Sirven para que la casa y las movilidades tengan una vestimenta multicolor. Antes se hacían de papel
de seda, hoy son de nylon. Es probable que llegaran de México, donde los filipinos dejaron su arte.

Cohetillos

Costumbre occidental ya arraigada. En el campo sirven para llamar a la gente a unirse a la ch’alla. El ruido despide a los muertos que desde el Día de Difuntos están en el Manka Pacha.

Globos

Los grandes sirven para las cuatro esquinas del tejado y los delgados y largos son el adorno del resto de la casa. En el campo se enflora a los animales, pues el colorido es parte de la abundancia.

Vino
Calma la sed de la Pachamama. Unos dicen que tiene que ser de uva pura sin ninguna mezcla. Otros hablan del vino de indio que es un preparado de tintes y no se toma. No tiene alcohol.

Alcohol
Se usa al final de la ch’alla, cuando la Pachamama recibió las muestras de agradecimiento. Se echa en las cuatro esquinas invitando a beber a la Madre Tierra y pidiendo permiso para el festejo posterior.

Cerveza
Se la toma después de realizar la ch’alla junto a la comida. Tienen que tomarla todos los asistentes. También se la derrama en forma de chorro. Cuanto más espumante, mejor augurio.

Comida
Se acostumbra comer en abundancia. El puchero, el zonzo, el asado de chancho, el saice son algunos platos tradicionales por regiones. En el campo, el aptapi es el aporte de toda la comunidad.

Q’OWA

La Q’owa es un ritual, y parte de la tradición andina y  milenaria de Bolivia, que en la actualidad se la practica en los valles y el oriente boliviano. Los elementos de la preparación, dependiendo del caso, tienen  una serie de hierbas y elementos específicos, que son significativos. El significado puede variar en cada caso, pero el fondo principal de la q’owa es el de presentar una ofrenda que sea agradable a los espíritus milenarios que rigen estas costumbres, principalmente a laPachamama (Madre Tierra). Dicha ofrenda tiene como fin recibir la protección y bendición de las divinidades. Es un proceso de reciprocidad: nosotros damos alimento a la Pachamama, mientras que ella nos protege y ayuda con la familia, el amor, el trabajo y los negocios. El día ideal para realizar la q’owa es el primer viernes de cada mes, al igual que el martes de carnaval; pero se puede ver el ritual todos los viernes, en las casas, negocios desde cafés hasta empresas constructoras. Aunque mucha gente diga que no cree en las tradiciones andinas, la gente que realiza la q’owa se ha incrementado en los últimos años, tal vez para no dejar de lado una posibilidad más de suerte en el trabajo o los negocios.


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Picarones

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picarones 

Se hace hervir dos tazas de leche, con seis pedazos de azúcar, media cucharada de las de sopa, de manteca y un pedacito de sal, cuando está hirviendo se le pone harina de maíz blanco molida en piedra y cernida, se hace una masa regular, ni gruesa ni delgada meneando mucho para que no tenga grumos, se aproxima al fuego meneando siempre hasta que se desprenda de la olla, se vacía a una fuente y cuando está fría se le añade 24 huevos, mezclándolos con la mano uno por uno, la crema queda un poco gruesa y se la pasa por un tamiz a fin de que sea muy suave. Se echa esta crema con una cucharilla a la manteca bien caliente y se las va bañando con la misma manteca, cuando están dorados se los saca a una charola sin ponerlos uno encima de otro. En fríos se los echa al almíbar frío de regular punto y se les hace dar un hervor, se los toma al día siguiente. Para esta cantidad se hace almíbar de dos libras de azúcar.

La gastronomía en Potosí y Charcas, siglo XVIII, XIX y XX en torno a la historia de la cocina boliviana.

Beatriz Rossells Montalvo

LA PAZ-BOLIVIA: Instituto de Estudios Bolivianos, 2003, 446p.

Allí encontrarán recopiladas las recetas de Juana Manuela Gorriti y  siquiera otras 800 mas.


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Alfeñiques de Azúcar

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 Alfeniques

Se tomarán 6 libras de azúcar y se clarificarán, se hará dar punto alto, en cuyo estado se le exprimirá una lima dejando hervir un rato, al mismo tiempo se le echará un poco de anís y luego retirar del fuego. Deben tenerse dispuestas dos estacas con las cuales se enfriará el almíbar, elevándolo y batiéndolo hasta que esté a una temperatura que se pueda meter las manos, seguir batiendo y elevando hasta que se haya endurecido y puesto blanco, en cuyo estado y hallándose como melcocha se irá estirando a manera de soga delgada, y con toda rapidez se irán amarrando nuditos pequeños y cortados, los cuales se arroparán bien estando calientes para que resulten blandos y suaves. Los que se quisiesen duros y amelcochados se dejarán enfriar sin arroparlos.

La gastronomía en Potosí y Charcas, siglo XVIII, XIX y XX en torno a la historia de la cocina boliviana.

 

Beatriz Rossells Montalvo:

LA PAZ-BOLIVIA:

Instituto de Estudios Bolivianos, 2003, 446p.

 


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Sopa de Viernes

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Muy buenas tardes queridos y queridas amigas y buenos días a quienes escuchan el reprís de la mañana. Estamos nuevamente en el sector Amtasipjañani, donde compartimos las recetas de diferentes  pueblos de todos los departamentos  del país, ya que cada  provincia tiene sus platos típicos que son preparados con los productos propios de cada lugar, sea  altiplano  o valle.
Hoy compartiremos  una receta muy rica, sopa de viernes. La compañera Julia Chambi nos contará como la prepara, ella es de la ciudad de Cochabamba.
Ahora ¿Por qué se la llama sopa de viernes? Esta sopa  solo se la cocina en esta época, o sea días de cuaresma, muy cerca a semana santa. Según la creencia, ningún viernes de cuaresma se cocina la comida con carne,  esto es hasta pascua, cuando se consagra el cuerpo de Cristo.
Pero antes de dar los ingredientes, como siempre investigamos las propiedades de cada producto que utilizamos para preparar nuestra receta, hoy conoceremos las propiedades del repollo.
Por su contenido en magnesio, fibra y agua es un alimento que ayuda al buen funcionamiento del intestino. También contiene vitamina C, E y de antocianinas, que hace de este vegetal un alimento  antioxidante
Para esta receta necesitaremos:
  • 1 repollo grande
  • 5 achojchas
  • 1 zanahoria
  • 1 cebolla
  • 1 libra de haba
  • 6 papas
  • 4 huevos
  • 1 diente de ajo
  • Y sal al gusto
Preparación:
  1. Este plato es  muy  fácil de preparar, es como cualquier otra sopa, pero sin carne.
  2. En una olla con agua hirviendo, agregar todas las verduras picadas y esperar a que cueza de quince a veinte minutos.  No es necesario que las verduras estén muy cocidas, porque cuando hierven mucho tiempo pierden sus proteínas. Luego añadir las papas picadas y dejarlas cocer unos minutos más. Por último, romper los cuatro huevos y ponerlos  en la preparación para darles un hervor más y luego servir el plato.

 


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